Una vez recogido el arroz del campo, para poderlo conservar en óptimas condiciones durante todo el año, se le debe sacar todo el exceso de humedad que lleva el grano de arroz.

Actualmente, la mayoría de empresas utilizan formas artificiales de secado, quemando combustibles sólidos, mediante hornos y secadoras mecánicas.

Nosotros, con la gran diferencia del resultado final con respecto a la calidad del grano, secamos el arroz al exterior, con el sol como fuente de energía, tal y como lo han hecho nuestros antepasados durante siglos, consiguiendo así una calidad extraordinaria sin alterar el proceso de latencia natural del grano de arroz, ahorrando energía y sin contaminar el medio ambiente.

Una vez se escoge el grano de arroz, con la ayuda de una pequeña limpiadora mecánica, vamos extrayendo las impurezas y el polvo, se guarda durante tres meses en el granero, donde hará una segunda maduración. Un vez bien estabilizado, se trasvasa dentro de unos silos al exteriores, donde se conservará con temperatura y humedad controladas y de dónde se extraerá semanalmente el grano de arroz que necesitamos por elaborar.